¿Cómo saber si estamos listos? ¿Cómo saber si la vida nos tomó el examen y aprobamos satisfactoriamente? ¿Cómo saber si nuestra visión del mundo y de lo que queremos es realmente buena? Todos tal vez, nos hemos hecho, alguna vez, esta misma pregunta, ante la posibilidad de hacer algo y equivocarnos. El miedo al fracaso cunde cuando la hora se acerca y hay que decidirse a lanzarse de lleno a la "piscina". ¿y si fallo? solemos decir. ¿y sí la piscina no tiene suficiente agua como para sacarme a flote? ¿y si el agua no tiene suficiente cloro? ¿ y si se desinflan mis salvavidas? ¿y si me olvido de cómo nadar? ¿y si no hay alguien cerca por si ocurre algo malo?...
En la vida diaria sucede lo mismo, nunca estamos cien por ciento seguros que ya estamos listos y por ello es que tal vez hemos dejado relegados nuestros sueños y nuestras aspiraciones por el odioso temor a fracasar, por el miedo al qué dirán, o a la burla de los amigos o familiares que murmuren, sin piedad: "no estuvo listo" "no le dio la talla".
En la vida diaria sucede lo mismo, nunca estamos cien por ciento seguros que ya estamos listos y por ello es que tal vez hemos dejado relegados nuestros sueños y nuestras aspiraciones por el odioso temor a fracasar, por el miedo al qué dirán, o a la burla de los amigos o familiares que murmuren, sin piedad: "no estuvo listo" "no le dio la talla".
Sin embargo, déjame decirte que si eres uno de aquello que aún no se sienten preparados para dar el siguiente paso en la vida (sea cual fuere), no eres muy diferente al resto de la humanidad. Nunca habrá alguien que garantice que está "cien por ciento listo y preparado" porque el día en que lleguemos al cien por ciento de nuestras capacidades físicas, intelectuales, morales, espirituales, etc. seguramente ya no estaremos en esta tierra, sino en un lugar mucho mejor.
Todos vamos camino a la perfección, hacia allí apuntamos, pero aún nos falta mucho, a unos más que a otros-de acuerdo- pero siempre faltará algo más y de ello no hay por qué avergonzarse. Por ejemplo, nadie llega enteramente listo al altar para "amarrarse " a una persona a la cual nunca llegará a conocer al cien por ciento; ¿pero eso quiere decir que no se deshaga de amor por aquella persona?. No, de ninguna manera y, en cierto modo, eso es lo atractivo del matrimonio: el poder descubrir juntos el verdadero significado del amor. Nadie empieza la universidad completamente listo para afrontar todos los retos que se le presenten, ya que sin duda, estos aparecerán a lo largo de la vida universitaria, y tal vez resulten muy distintos a los que tuvieron que afrontar papá y mamá. Nadie se prepara al cien por ciento para ser padre; pero ello no quiere decir que no se reciba con dicha al nuevo ser, sino que los misterios y secretos de la paternidad le serán develados de aquí en adelante, y serán ellos los que lo preparen para ser un mejor padre cada día.
Es por ello que nadie nunca sabrá si está completamente listo o no para los nuevos retos; lo que queda entonces es dejarse guiar por el corazón, tratando de proyectar nuestra mirada al futuro con expectativa, esperando siempre lo mejor, sabiendo incluso que se puede aprender de los errores.
"No sé si estoy listo-empieza a decirte a ti mismo-sin embargo mi corazón me dice que avance, que me he preparado no sé si al cien por ciento, pero lo que sí sé es que di todo de mi...lo demás lo dejo al futuro, al cual he de mirar hoy sin temor
Es por ello que nadie nunca sabrá si está completamente listo o no para los nuevos retos; lo que queda entonces es dejarse guiar por el corazón, tratando de proyectar nuestra mirada al futuro con expectativa, esperando siempre lo mejor, sabiendo incluso que se puede aprender de los errores.
"No sé si estoy listo-empieza a decirte a ti mismo-sin embargo mi corazón me dice que avance, que me he preparado no sé si al cien por ciento, pero lo que sí sé es que di todo de mi...lo demás lo dejo al futuro, al cual he de mirar hoy sin temor
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