"Dios envía una lluvia de sonrisas sobre tu vida, un manantial de perdón para vivir en feliz, un mar de bendiciones para compartirlas con otros, un río de paz para saciar tu sed y la nube de gloria para caminar seguro durante toda tu vida"

No huyas del amor

Si tuvieras hambre huirías de quien te quisiera dar una pieza de pan,
Si tuvieras sed, huirías de quien te quisiera dar un vaso con agua,
Si tuvieras frío, huirías de quien te quisiera cubrir con su abrigo,
Si tuvieras una dolencia, huirías de quien te pudiera aliviar el dolor,
Si tuvieras miedo, huirías de quien te pudiera brindar seguridad,
Si tuvieras los pies lisiados, huirías de quien te pudiera llevar en sus brazos,
Si tuvieras ganas de hablar, huirías de la única persona que quisiera hablarte,
Si tuvieras un poco de alegría, huirías de quien te ofreciera hacerte feliz por siempre,
Si tuvieras cansancio, huirías de quien te ofreciera descansar en su regazo,
Si tuvieras un secreto, huirías de quien se ofreciera a guardártelo por toda la eternidad,
Si tuvieras ganas de llorar, huirías de quien te ofreciera su hombro desinteresadamente,
Si tuvieras un sueño no cumplido, huirías de quien te ofreciera hacerlo realidad.
Quizás digas en tu corazón “yo jamás huiría de aquella persona que me ofrece todo esto”; sin embargo, déjenme decirles que muchos sí huyen. Y es que a veces solemos “huir del amor”. Muchos jóvenes abandonan sus casas escapando de sus padres, de la seguridad y el confort de una casa hogareña. Muchos huyen del colegio o de la universidad  dejando con ello, a profesores con sincera intención de trasmitirles conocimientos. Del mismo modo otros han decidido huir del amor de Dios; han decidido dejar el pan espiritual, el agua viva, la calidez de su abrigo, la sanidad para su dolor, la seguridad, el confort de sus brazos, el sonido de su cálida voz, una completa felicidad, el descanso en su regazo, el cuidado de sus secretos, el enjugue de sus lágrimas, el cumplimiento de sus sueños y muchas más bendiciones que Dios anhela que el ser humano pueda disfrutar.
Amigo, no huyas del amor de Dios; si has de huir de algo, que sea del pecado, del mundo, del que desea destruir tu vida;  huye hacia los brazos de Dios, pero no huyas de Dios, pues no encontrarás otro lugar más seguro, en este mundo, para asentar tu vida por siempre y para siempre, que bajo la cubierta de su dulce presencia.

1 comentario:

  1. Me gustó tu artículo. Te deseo muchas bendiciones cerca del amor y dirección de Dios

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Gracias por tu comentarios, me alienta a seguir adelante. Dios te bendiga.

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Este blog ha sido creado para compartir experiencias de vida que puedan mostrarnos, de manera más clara, las cosas buenas que llevamos dentro y que algunos hasta hoy desconocen.
Te invito a conocer juntos todo el potencial que Dios ha puesto en tus manos, te sorprenderá llegar a saber que eres una persona con propósito, que no naciste por casualidad, sino que Dios diseñó para ti una vida abundante, para que la disfrutes tomado(a) de su mano.