"Dios envía una lluvia de sonrisas sobre tu vida, un manantial de perdón para vivir en feliz, un mar de bendiciones para compartirlas con otros, un río de paz para saciar tu sed y la nube de gloria para caminar seguro durante toda tu vida"

EMPIEZA A CAMBIAR DESDE HOY

Tal vez, a alguien le pase lo mismo que a mi, cuando al ver a los estudiantes universitarios, inmediatamente, vienen a mi mente los recuerdos de aquellas memorables épocas, cuando había que llegar a las siete de la mañana a clases, para luego salir disparados hacia el cafetín a tomar el desayuno, mientras que otros ya habían aprovechado, los minutos en la combi, para tomar el jugo y comer el pan con mantequilla. Y luego la odiosa programación de exámenes, con los subsiguientes apuros y nervios, las montañas de papeles por leer y memorizar y la infaltable habilidad, de algunos, para echarle un vistazo al examen del mejor alumno del salón.
Así también me viene el recuerdo de las famosas exposiciones y el consiguiente sorteo para elegir al “suertudo” que tendría que exponer, en quince minutos, con voz firme y de memoria toda la “Teoría tetrárquica de la norma”. Así como los poco agradables exámenes sorpresa, y la asombrosa habilidad de algunos, para memorizar, en contados segundos, toda la materia. El compañerismo verdadero, los chistes entre amigos, los apodos a los profes, los alegres momentos en la biblioteca, donde la bulla y el alboroto habían derrocado despiadadamente al apacible silencio; así como el recuerdo de los amigos que se fueron quedando a lo largo del camino.
A su modo, cada uno de nosotros se esforzó por llegar a la meta, por escuchar el tan ansiado: APROBADO, luego de rendir el examen profesional. Lo cual significaba la recompensa a todo el esfuerzo, y sacrificio por cinco o seis largos años.
Sin embargo ello no termina sólo allí, sino que constantemente somos evaluados, nuestros familiares nos evalúan, nuestros amigos, nuestros vecinos, etc. y lo triste es que no siempre resultamos aprobamos. El año está por terminar y con él  vendrán las celebraciones y el deseo de un mejor año; sin embargo, para que ello ocurra, deberá existir mucho más que buenos deseos, pues dependerá del esfuerzo que pongamos día tras día. Un hombre no será aprobado como buen padre, si sólo cumple su papel como tal el día de navidad o en el cumpleaños de los hijos; el maestro no será aprobado como tal sólo porque empiece a preparar anticipadamente sus lecciones el último mes del año, como para apaciguar la conciencia; el esposo no será aprobado como buen esposo,  si únicamente por navidad se dispone a no maltratar a la esposa. Eso quiere decir que el hecho de ser aprobados, por nuestros semejantes, dependerá de cómo hemos vivido durante al año, de cómo hemos afrontado las dificultades, de cómo hemos tratado a las personas.
Ahora,  no nos confundamos, ser aprobado por los demás no significa que vamos a vivir pendientes del "que dirán" de la  gente. Esa no es la idea, la idea es que quien aprobará primero nuestro diario vivir será Dios, y si Él nos aprueba, nosotros mismos nos aprobaremos, y si ello pasa, la gente, tarde o temprano lo hará.
Haz un recuento de cómo has vivido este año; no esperes llegar a las once y cincuenta y cinco del 31 de Diciembre para hacerlo; hazlo desde ahora; no esperes que llegué el próximo año para cambiar, empieza desde hoy...tal vez alguien seguro te lo agradecerá.

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Este blog ha sido creado para compartir experiencias de vida que puedan mostrarnos, de manera más clara, las cosas buenas que llevamos dentro y que algunos hasta hoy desconocen.
Te invito a conocer juntos todo el potencial que Dios ha puesto en tus manos, te sorprenderá llegar a saber que eres una persona con propósito, que no naciste por casualidad, sino que Dios diseñó para ti una vida abundante, para que la disfrutes tomado(a) de su mano.