LUCHANDO CONTRA LA VERGUENZA

¿Qués es la verguenza para ti? es acaso la manera más rápida de enterrarte vivo(a), ¿Cuál fue el momento más vergonzoso que tuviste?.

Yo tuve muchos, en el colegio, en la universidad, en el trabajo, y cada uno de ellos fue peor que el otro. Recuerdo que en esos momentos quería desaparecer, o mejor aún que todos desaparecieran. Mi cara enrojecida marcaba el inicio de las risas desaforadas de los dizques amigos y no tan amigos, así como de las miradas de pena de la gente que había visto el show.

Sin embargo ahora que veo las cosas desde el lugar donde me encuentro, me doy cuenta que todo fue parte del proceso de crecer, de madurar. ¡Claro que hubiese preferido que no ocurrieran en mi vida! sin embargo así pasó y ahora veo que eso me ayudó a estar preparada para todo lo que luego verdaderamente tendría que afrontar.

Ahora en cambio
puedo hasta dar las gracias porque conocí lo que son las caídas en plena calle y los zapatos sin taco en plena caminata, puedo dar gracias porque me gastaron mil bromas, y hasta la fecha son las mismas que se van repitiendo año tras año porque la gente no es creativa, y a mi ya no me afectan; puedo dar gracias porque de niña   olvidé una que otra vez las estrofas de una cuasi melosa poesía estudiantil, y sin embargo, ahora, si olvido algo importante, ya no me pongo tan nerviosa ni tan tensa, pues aquel momento ya lo viví antes y ya aprendí a manejar la frustración y la vergüenza.
Creo que en la vida es necesario atravesar por situaciones que nos incomoden. Sé que a nadie le gusta hallarse en aprietos, pero hay que ver también el lado positivo, a mí, por ejemplo, me sirvió, y me sigue sirviendo aún.

No dejemos que la vergüenza nos derrote, no le demos superlativa importancia a un pantalón roto, o a una sonora bofetada, tal vez en la vida tengamos que soportar cosas peores; no le demos más importancia al extraño corte de pelo que nos hizo la peluquera en un arranque de ira,  ni a quedarte sin pasaje en la combi, o pisar chicle en la calle y embadurnarte hasta las orejas. Toma  otra vía, sonríe y sigue tu camino, porque la experiencia se logra a través de los fracasos, y éstos no son más que los peldaños de la perseverancia que te conducen al éxito, si es que aprendes a verle el lado positivo.