Son pocas las palabras que uno puede expresar en momentos en que existe mucha tristeza, cuando el corazón llora y desfallece ante tanto dolor.
No es fácil encontrar las palabras precisas, sin embargo a través de este pequeño espacio, pretendo enviar palabras de consuelo que lleguen al corazón de aquellos que en este momento sufran alguna pérdida. Sé que el dolor es mucho, y es en estos momentos en que considero que toda la raza humana debe darse la mano, dando de lo que tienen, yendo hasta el mismo lugar de la devastación; o simplemente elevando una plegaria al cielo, rogando que algo así no vuelva a suceder.
Al esposo que perdió a la esposa, a la madre que perdió a los hijos, a los amigos que lo perdieron todo, a los ancianos que se quedaron solos, a los niños que perdieron sus padres; a todos ellos va desde aquí todo mi deseo que vuelvan a ser una gran familia, que el que no tiene padres, acoja en su corazón al que ya no tiene hijos; que sus caminos sean despejados, que su ciudad sea levantada, que su familia sea reunida, que sus muertos sean enterrados y recordados con mucho amor, que sus ruinas sean reedificadas, pero principalmente que su corazón sea sanado, que aquella herida abierta que hoy se evidencia en su corazón sea curada; que vuelvan a sonreir y a dar gracias por la segunda oportunidad que tienen para hacer las cosas mucho mejor que antes.
Amigos de Haití ¡Dios los bendiga a todos!.
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