"Dios envía una lluvia de sonrisas sobre tu vida, un manantial de perdón para vivir en feliz, un mar de bendiciones para compartirlas con otros, un río de paz para saciar tu sed y la nube de gloria para caminar seguro durante toda tu vida"

LEVANTA LA CABEZA



Qué triste es saber que existen personas que hasta el día de hoy, aún viven encarceladas en sus propias prisiones. Personas que no pueden siquiera levantar en alto la cabeza, pues no se sienten capaces de ello; personas que se sienten fuera de lugar, pensando que no encajan en el mundo que les tocó vivir. Qué triste es ver cómo la gente va cargando en sus espaldas toda una vida de frustraciones, de tristezas, de resentimientos, de amarguras. Esto me trae a la mente aquel pasaje de la Biblia (Lucas 13:10-17) que habla de una mujer encorvada o jorobada, que por largos dieciocho años se había visto obligada a vivir mirando al suelo. Día tras día esta mujer había tenido que soportar las miradas de burla, de pena o de indiferencia de la gente; había tenido que tragar el polvo que otros dejaban a su paso, había tenido que vivir resignada a su suerte creyendo que no era igual que las demás personas. Habïa, incluso,  desarrollado una visión muy limitada del mundo que la rodeaba, pues a las justas alcanzaba a ver el suelo, y quien sólo mira el suelo, lo único que alcanza a ver es la suciedad y los desperdicios.
Quizás así es cómo hoy te sientes, y no tienes que ser una mujer necesariamente, para identificarte con este personaje, pues existen muchos hombres que también viven la vida siéndose menos que otros, imposibilitados para liberarse de sus prejuicios, con autoestimas destruidas y una gran necesidad de libertad. Quizás al igual que la mujer encorvada, lo único que últimamente estas viendo es suciedad y miseria, pues tienes la mirada enfocada en el suelo.
Sin embargo la Biblia nos dice que Jesús vio a esta mujer y que tuvo compasión de ella, y la sanó enderezándola. Desde entonces la mujer pudo caminar erguida, sus ojos, por fin pudieron ver de nuevo el cielo y las cosas que había a su alrededor. Nunca más se sintió diferente, nunca más se sintió empequeñecida, nunca más se vio forzada a caminar encorvada.
Hoy es un buen día para permitirle a Dios que levante tu cabeza, y te permita ver las cosas hermosas que Él ha hecho para ti, es tiempo de dejar de mirar el suelo, de ver la suciedad y la miseria que otros van dejando en su diario caminar, sólo tienes que permitírselo, sólo tienes que dejar que Él levante tu cabeza, que te dignifique y te libere de tus propias prisiones.
¡Pídeselo y Él lo hará!

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Este blog ha sido creado para compartir experiencias de vida que puedan mostrarnos, de manera más clara, las cosas buenas que llevamos dentro y que algunos hasta hoy desconocen.
Te invito a conocer juntos todo el potencial que Dios ha puesto en tus manos, te sorprenderá llegar a saber que eres una persona con propósito, que no naciste por casualidad, sino que Dios diseñó para ti una vida abundante, para que la disfrutes tomado(a) de su mano.