Hay momentos en la vida en que todo parece que se va oscureciendo, que nuestro mundo va perdiendo su color. El estrés, los problemas, el trabajo y los conflictos familiares, van contribuyendo a que nos sintamos atrapados en un mundo demasiado gris, demasiado egoísta como para detenerse en nosotros y prestarnos atención.
Buscamos a personas que nos puedan brindar su ayuda, y al buscarlas nos enteramos que salieron a buscar su propia ayuda. Este mundo se ha convertido en una jungla donde aparentemente suele ganar el más fuerte, o el que da el primer golpe; nosotros como cristianos tenemos que lidiar con todo eso, tenemos, por ejemplo, que esquivar los golpes desleales de compañeros de trabajo, que desean nuestro puesto; lidiar con madres de familia que esperan tomar para sí la verdura más fresca o la oferta de la semana; lidiar con las reglas sucias de este mundo, con las zancadillas y demás artimañas de las que se vale mucha gente para alcanzar sus objetivos, mientras que el mundo a nuestro alrededor, se vuelve más gris y sombrío.
Cada mala actitud, cada injusticia, cada golpe a la inocencia, se convierte en un balde de agua sucia con que es bañada todos los días cada persona de nuestra ciudad.
Sin embargo, frente a todo ello, la Biblia nos dice que “somos más que vencedores” (Romanos 8:37); es decir que no sólo hemos vencido todas aquellas cosas, sino que somos mucho más que vencedores. Por tanto podemos y debemos pintar nuestra vida de colores que permitan ver a las personas que no todo es malo en esta vida, que hay esperanza para ellos, que no todo tiene que ser tinieblas y caos.
Hay personas en el mundo que esperan que le pongamos color y sabor a sus tristes vidas. No los hagamos esperar.
Sin embargo, frente a todo ello, la Biblia nos dice que “somos más que vencedores” (Romanos 8:37); es decir que no sólo hemos vencido todas aquellas cosas, sino que somos mucho más que vencedores. Por tanto podemos y debemos pintar nuestra vida de colores que permitan ver a las personas que no todo es malo en esta vida, que hay esperanza para ellos, que no todo tiene que ser tinieblas y caos.
Hay personas en el mundo que esperan que le pongamos color y sabor a sus tristes vidas. No los hagamos esperar.
Hola, he visitado tu blog. Espero en Dios que el siga usando tu vida y que tus escritos sean de bendicion para muchas vidas.
ResponderEliminarSaludos y bendiciones en el nombre de Jesus.