Esta vida se resume a simplemente la toma de decisiones. Por un lado puedo decidir hacer de mi existencia una bola de nieve que aplaste tras su paso, los sueños de otros; puedo decidir no asumir ningún compromiso con nada ni con nadie; puedo decidir negar mi fe y creer en lo que humanamente pueda ver y palpar; puedo mirar atrás sabiendo que me convertiré en una estatua de sal sin sentimientos ni esperanza; puedo decidir dejar de existir y ponerle aparentemente “fin” a una vida demasiado complicada para vivir; puedo decidir nunca llegar a la meta trazada y quedarme en el camino mirando cómo otros se llevan el triunfo; puedo decir entrelazar mi vida con personas que ni creen en nada, ni nada los motiva, que no temen a Dios, porque no creen que exista; puedo mal entretener mis ojos con material ofensivo y procaz con un simple “clic” y vivir atada a los recuerdos que carcomerán mi mente días tras día; puedo atarme al cuello cadenas de amargura y resentimiento y decidir nunca quitármelas de encima; puedo traer hijos al mundo y dejarlos regados por la vida, sin que conozcan las caricias de una madre ni los cuidados de un padre. ¡En fin! En esta vida tú y yo podemos tomar un sin número de decisiones todos los días y a toda hora, y precisamente la Biblia dice en 1ª Corintios 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica"; es decir que tenemos que tomar la decisión de aceptar lo que nos conviene y desechar lo que no nos convenga, aunque humanamente sea aceptable y no contravenga ninguna ley.
Las leyes de Dios están por encima de todo criterio humano, y como dijo el Apóstol Pedro en Hechos 5:29 “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Recordemos que la libertad que Dios nos ha dado, ha sido entregada para ejercerla con prudencia y sabiduría, y las decisiones que tomemos en esta vida deber ser efectuada bajo los parámetros de las sagradas Escrituras, a fin de conducirnos de la manera que Dios estima convenientes para todos nosotros.
Las leyes de Dios están por encima de todo criterio humano, y como dijo el Apóstol Pedro en Hechos 5:29 “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Recordemos que la libertad que Dios nos ha dado, ha sido entregada para ejercerla con prudencia y sabiduría, y las decisiones que tomemos en esta vida deber ser efectuada bajo los parámetros de las sagradas Escrituras, a fin de conducirnos de la manera que Dios estima convenientes para todos nosotros.
DIOS te bendice y prospera tu alma, el SÑOR es el centro de nuestras vida y sabemos por su gracia Y misericordia que tenemos que darlo a conocer ya que el nos hizo embajadores y representante suyo.
ResponderEliminarMat 28:19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
Mat 28:20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Sigue a delante, no te detengas, que El es quien da las fuerzas para seguir, el trabajo es arduo pero satisfactorio porque es para El y para El sea la gloria.