Alguna vez ha intentado armar un enorme rompecabezas, de aproximadamente mil piezas. Realmente es todo un desafío muy apasionante, tan es así que resulta tal la satisfacción que se experimenta cuando de a poco vamos viendo aparecer la figura deseada. Sin embargo, lo peor que nos puede suceder es que ya casi para terminar de armarlo, nos demos cuenta que nos falta no cien, ni diez, sino una sola pieza, la última para completar la obra. Tal vez dentro de mil piezas una pieza parezca casi nada; tal vez si colocamos el rompecabezas a gran distancia de nuestra vista parezca completo, pero conforme nos acercamos aparece nuevamente ese espacio vacío, feo, sin vida, sin color. Aunque queramos olvidarnos de ello, nuestros ojos volverán a fijarse en aquel espacio vacío. Y nos recordará que allí falta algo, que allí falta una pieza, tal vez la más importante.
Lo mismo sucede con nuestras vidas. Aparentemente parecemos personas “normales”, personas que lo tenemos todo, completitas, perfectas; sin embargo, mucha gente tiene un espacio vacío que hasta el día de hoy no logra completar. Ese espacio vacío sólo lo puede llenar Dios. Ese espacio vacío está representando nuestra su mala relación con su creador, su poca comunión con Él, su autosuficiencia, etc. Sin embargo Dios quiere y puede llenar ese vacío, de tal manera que Ud. no sea una obra incompleta, que no tenga que esconder su carencia, o no tenga que llenarla con cosas que en vez de edificarle, terminarán por arruinar su vida.
Busque a Dios ahora que puede ser hallado, llámele en tanto que está cercano (Isaías 55:6). Hoy puede ser un buen día para dejar de estar incompleto!!!.
Genial el pensamiento !! saludos !!
ResponderEliminarpor eso es importante estar en comunión con nuestro padre para que el cada día pueda terminar la buena obra que a comenzado en nosotros,solo Jesús puede llenar los vacíos,sanar las vidas, moldear las vidas,y corregir las vidas y es en su presencia diaria Bendiciones
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